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Deshidratación facial

Sea cual sea el tipo de piel, seca, mixta, normal ó grasa, puede deshidratarse por las agresiones externas.

Colocada entre nuestro organismo y el exterior, se encuentra en primera línea como barrera contra los agresores, tanto si son agresiones físicas (shocks, variaciones de temperatura, viento…) ó agresiones químicas (tensoactivos, irritantes…).

Las pieles deshidratadas son frágiles, apagadas, ásperas o rugosas al tacto; se descaman finamente, incluso llegando a agrietarse.

Con la edad la piel pierde la función de barrera haciéndose más susceptible a las agresiones externas e internas. Se produce un adelgazamiento de sus capas, disminuye la producción de colágeno y el que existe es de peor calidad.