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Radiofrecuencia facial

Especialmente indicado para el tratamiento y prevención de la flaccidez cutánea.
El objetivo de la técnica es producir una remodelación cutánea y fijar tejidos, produciendo un efecto de rejuvenecimiento y un efecto de estiramiento o minilifting.

El tratamiento consiste en calentar de forma controlada la dermis profunda mediante el empleo de ondas de radiofrecuencia. Estas producen calor que provocará una retracción a nivel celular fijando tejidos y un aumento de la producción de colágeno remodelando la dermis. El tratamiento requiere varias sesiones dependiendo de las características de cada individuo. Habitualmente tres, separadas de tres a cuatro semanas, no obstante desde la primera ya se aprecian los resultados.
El paciente puede experimentar una sensación de calor durante o inmediatamente después del tratamiento, sin embargo, esta molestia se estima que es moderada y se resuelve en pocos minutos.

Radiofrecuencia corporal

La Radiofrecuencia produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso subcutáneo. Dicho calentamiento va a favorecer el drenaje linfático, lo cuál permitirá disminuir los líquidos y toxinas en el que se encuentran embebidos los adipocitos del tejido afecto de celulitis. A su vez se producirá un aumento en la circulación de la zona que permitirá mejorar el metabolismo tanto del tejido graso subcutáneo como la mejora del aspecto de la piel acompañante. Y por último y más importante provoca la formación de nuevo colágeno tanto en la piel como en el tejido subcutáneo permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza gracias a la reorganización de los septos fibrosos y engrosamiento dérmico suprayacente.

La disminución de volumen se justifica tanto por la reducción del edema, como por la compactación a través del tejido conectivo y queda por demostrar la hipótesis en la que intervendría un tercer mecanismo en el que se produciría la ruptura o lisis de la membrana que rodea a las células grasas contribuyendo a la reducción de volumen.

En cuanto a la duración del tratamiento, es un tiempo variable dependiendo del área a tratar. Las zonas pequeñas como brazos o abdomen suelen realizarse en 25-30 minutos, zonas más amplias como trocánteres (cara lateral de muslo) pueden prolongarse 45-50 minutos por sesión.

El paciente puede incorporarse a su vida cotidiana de inmediato, únicamente debe evitar el sol las siguientes 24-48 horas. El número de sesiones es variable dependiendo de la patología del paciente, suele oscilar entre tres (en los casos leves a moderados) y seis (en los casos más avanzados).

El procedimiento es muy bien tolerado y no precisa anestesia.